DERECHOS

El colectivo LGBTIQ+ de España no ha sido tratado de manera uniforme, y se ha adaptado a las ideas y condiciones de época en época. Se han producido muchos cambios y evoluciones desde la concepción de la sexualidad en la época romana, donde la sexualidad y las relaciones de poder eran más importantes, hasta el concepto moderno de homosexualidad, es decir, como una forma de sexo o incluso la homosexualidad como una forma de ser propia. En la actualidad, la lucha de los derechos fundamentales de todo el mundo y la no vulneración de estos es una constante lucha diaria. Por otra parte, parte del colectivo se ha visto afectado ya que sus acciones se han visto criminalizadas y criticadas, tanto de manera verbal como de manera física, según Jon Díez Pujana, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas y persona no binaria, “se debería luchar para sacar a la luz todo aquello que ha estado invisibilizado por ciertos colectivos que han llevado la batuta hasta ahora”, y sí, en ciertos aspectos, parte de la comunidad se ha visto opacada por la poca presencia y representación en la sociedad, encasillando a este colectivo en sus primeras letras LGTB. Además, los avances en torno a la visualización han aportado a favor del colectivo, aunque según Gaizka Villar, trabajador social en el Centro Aldarte, “todavía queda camino por recorrer". 

 

El primer derecho a favor de la comunidad en España ocurrió en 1979, legalizando la homosexualidad en todo el país. Años más tarde de este acontecimiento, se añadirían otros derechos como la edad de consentimiento sexual, derechos de género y la protección legal de pareja, esta última llegaría en 2005 con el gobierno de Jose Luis Rodriguez Zapatero. Aunque por otro lado, no existe una legislación que proteja sus derechos en el territorio nacional. En este sentido, se han señalado diferencias legales a nivel regional. El estado de los derechos LGTB varía de una comunidad a otra. Por ejemplo, Euskadi solo tiene leyes trans; Murcia, Extremadura y Galicia, sólo LGTBIQ+; Madrid, Valencia, Aragón, Navarra, Baleares y Andalucía tanto LGTBIQ+ como trans. Del mismo modo, otro aspecto que existe es la falta de conciencia sobre la autodeterminación de género. El hecho es que las personas transgénero deben ser diagnosticadas como "disforia de género" para asegurarse de que sus credenciales hayan cambiado y coincidan con sus identidades. A esto se suman otras condiciones: deben recibir dos años de tratamiento hormonal, deben tener la nacionalidad española y ser mayores de edad. 

 

Desde el punto de vista de varias personas del colectivo, a las que se suman Gaizka Villar y Jon Díez Pujana es la falta de educación desde la educación infantil y primaria. Uno de los aspectos más criticados en torno a la sociedad de hoy en dia y sus actitudes en relación con la comunidad LGTBIQ+ es la falta de educación en los jóvenes. Según varios estudios, la mayoría de los jóvenes no reciben la información necesaria para estar educados en las distintas identidades de género y sexuales que existen actualmente, lo que hace que muchos opten por la autoeducación mediante libros, videos o documentales. Para esto autoras como Betty Friedan o Mabel Bellucci han publicado libros en los que hacen que los jóvenes puedan aprender sobre la sexualidad fuera de la normatividad y sobre los géneros no binarios, que aunque estén poco visibilizados, existen. 

​

​

​

​

​

​

​